top of page

Jerusalén - Ciudad Nueva

A mediados del siglo XIX, Jerusalén inició su expansión más allá de las murallas. En la década de 1860, surgieron los primeros barrios fuera de las murallas: Mishkenot Shaananim y Mea Shearim. El filántropo Moisés Montefiori financió la construcción de Mishkenot Shaananim, estableciendo siete molinos de viento, de los cuales hoy quedan dos, con el objetivo de motivar a los residentes a abandonar las murallas y unirse a los nuevos barrios.

​

En los últimos años, gracias al liderazgo del alcalde Nir Barakat, la ciudad nueva de Jerusalén ha experimentado un crecimiento moderno notable. Uno de los proyectos más recientes es el Tren Ligero (Rakevet Hakalá), que recorre la ciudad de punta a punta, incluyendo la ciudad vieja, convirtiéndolo en una opción recomendable para desplazarse. Cerca de la Puerta de Jaffa, el centro comercial Mamilla ofrece una avenida repleta de cafés y tiendas. No muy lejos de allí, la calle Ben Yehuda, la "principal" de Jerusalén, brinda opciones de entretenimiento para toda la familia.

Visitar el impresionante Museo del Holocausto o explorar el bullicioso mercado de Mahane Yehuda son experiencias imperdibles para             quienes exploran esta tierra. La rica mezcla de culturas de Jerusalén se refleja también en su gastronomía, desde restaurantes étnicos hasta antiguas cocinas y encantadoras cafeterías.

​

Otros lugares destacados en la ciudad nueva incluyen la Suprema Corte de Justicia, donde se puede presenciar un juicio en vivo, y la Knesset (el Parlamento).

 

Cerca del Monte de los Olivos, el Proyecto Arqueológico del Monte del Templo permite a los visitantes contribuir a desenterrar la historia milenaria, participando en la revelación de tesoros ocultos por miles de años.
 

Ciudad Nueva
Ciudad Nueva

En las cercanías de la ciudad santa, se encuentran sitios históricos y bíblicos como Belén (para visitar la Tumba de Raquel) y más al sur, Hebrón (para explorar la Tumba de los Patriarcas, Mearat Hamachpela, y conectar con nuestras raíces).

​

En términos de lugares históricos, el impresionante Herodión, construido por Herodes el Grande como su mausoleo, destaca. Algunos barrios han conservado su encanto pintoresco original, y pasear entre las antiguas casas es un verdadero deleite. Jerusalén ofrece una amplia variedad de sitios interesantes de diferentes épocas, desde Armon Hanatziv hasta el Museo del Holocausto Yad Vashem, el Monasterio de la Cruz, el Monasterio de Elías y el edificio de la YMCA.

 

Entre las incorporaciones modernas se encuentran el Tribunal Supremo, el Museo de Israel, el Zoológico Bíblico, la Knesset, el Monte Herzl y el mercado Mahane Yehuda, con su inigualable mezcla de sonidos, colores, sabores y aromas.
 

Para los amantes de los museos, Jerusalén ofrece una abundancia de opciones, como el Museo de Israel, el Museo de Historia Natural, el Museo Bloomfield de Ciencia, el Museo Rockefeller y el Museo de Arte Islámico.

 

Realmente, Jerusalén es una ciudad que hay que experimentar para creer.

Ciudad Nueva
bottom of page