Mar Muerto
A aproximadamente 400 metros por debajo del nivel del mar, el Mar Muerto se erige como un fenómeno geográfico único. Esta masa de agua, situada en el punto más bajo de cualquier masa terrestre del planeta (exactamente 417 metros por debajo del nivel del mar), es un lugar fascinante por varias razones.
El Mar Muerto es conocido por su salinidad extraordinaria, alcanzando una concentración de 340 gramos por litro de agua. Esta alta salinidad crea un ambiente inhóspito para la vida, de ahí su nombre. Sin embargo, esta misma característica proporciona beneficios terapéuticos, convirtiendo al Mar Muerto en un balneario natural único.
El lago se convierte así en el "balneario terapéutico más bajo del mundo". En la sección sur, se extraen sales marinas con fines industriales, mientras que el norte se dedica al turismo y al cuidado de la salud.
Las sales y minerales presentes en el agua, junto con los depósitos de lodo negro en su lecho, ofrecen propiedades únicas y beneficiosas para el organismo. Además, el bromuro en el aire contribuye a la salud general, haciendo del Mar Muerto un destino turístico que atrae a visitantes de todo el mundo.
Después de sumergirse en sus aguas saladas, la costa occidental, dentro de las fronteras de Israel, ofrece playas organizadas y zonas de baño. Junto a estas playas terapéuticas, como Neve Zohar y Ein Bokek, se encuentran completas infraestructuras turísticas para satisfacer a los visitantes más exigentes.
Hoteles, restaurantes, centros comerciales y una variedad de actividades emocionantes como recorridos en jeep, paseos en camello y rappel, se combinan con la singular agricultura local adaptada al clima.
Las atracciones históricas también abundan en la región, desde la fortaleza de Massada y la antigua Ein Gedi hasta las cavernas de Qumrán, donde se descubrieron los Rollos del Mar Muerto. Estos rollos arrojan luz sobre los primeros cristianos y la secta de los Esenios, considerados precursores de la vida monástica cristiana.
Completando la experiencia, la zona cuenta con sorprendentes monasterios construidos en las paredes de los acantilados, como los de San Jorge, Quruntul, Khozeba y Mar Saba. Estos monasterios, algunos aún habitados, ofrecen a los visitantes una visión única de la intensidad y la belleza salvaje del desierto de Judea.
En resumen, el Mar Muerto no solo es un fenómeno geográfico extraordinario, sino también un destino turístico que combina salud, historia y belleza natural de manera única en el mundo.